Querido lector, si has llegado hasta aquí y quieres acompañarme en mis ideas, enhorabuena. Corría el otoño de 1999 cuando mi primer pc de verdad llegó a mis manos. No fue el inicio para mi ya que hacía años que vagabundeaba entre ordenadores primigenios (Amstrad CPC472), ordenadores de amigos, familiares y escolares. Si bien, la pasión se denotaba cuando un jovenzuelo se gastaba sus ahorros en revistas como «computer hoy», en vez de gastos superfluos con los amigos, por motivos económicos mi familia no pudo desembolsar un gasto tan elevado como era un ordenador en aquella época. Me acuerdo de aquel K6-2 450mhz con 64mb de ram y Windows 98 SE, denostado por no ser lo estándar, por ir contracorriente, por ser un «joven» con fuertes convicciones demostré que no solo el camino normal era el único, que tampoco era el mejor (relación calidad/precio), y que con el riesgo que corrí, rompí la barrera tanto mía, como de todos los que vieron que si se podía.
Aquello marco el final de una etapa (niñez y adolescencia temprana) y el comienzo de otra, con todo el cambio que conllevaba.
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